El bicarbonato de sodio es un maravilloso y barato remedio natural que a menudo no apreciamos, pero que podemos utilizar en numerosas ocasiones, ¡y a veces sus usos son realmente sorprendentes! Es un medio tan universal que debería estar siempre disponible en cada hogar, especialmente si sus miembros se consideran ecológicos y se niegan a utilizar demasiados químicos. Descubre los seis usos de bicarbonato más importantes que harán tu vida más fácil.
1. Eliminar la grasa y las quemaduras
Todo el mundo sabe que quitar la quemadura de las ollas y sartenes es una verdadera pesadilla. Pero hay tres maneras de hacerlo de modo muy efectivo:
- rellena la olla de agua, vierte bastante cantidad de bicarbonato, haz hervir la mezcla y cocínala durante unos 15 minutos. Luego déjala reposar durante la noche. El día siguiente friega la olla.
- echa un poco de bicarbonato en el fondo de la olla quemada y encima vierte un poquito de agua para lograr una consistencia de pasta o crema. Déjala actuar hasta el día siguiente y luego limpia la olla.
- y si tienes que quitar una quemadura más terca y persistente, mezcla algún detergente líquido para platos con dos cucharadas de bicarbonato, víertelo todo en el fondo de la olla y encima échale un poco de agua. Déjalo reposar hasta el día siguiente y lava como siempre.
Puedes usar el bicarbonato también para limpiar el horno, microondas o cristal de chimenea. Haz pasta de bicarbonato, mezclando el medio con el agua, y pon una capa sobre la superficie sucia. Déjala actuar toda la noche y el día siguiente límpialo todo con una esponja mojada en vinagre.
2. Eliminar los malos olores
La mejor manera de eliminar los malos olores del frigorífico es ponerle dentro un recipiente lleno de bicarbonato de sodio. Funcionará con la misma eficacia también en armarios, lavavajillas o incluso en cubos de basura. Además, el bicarbonato es un remedio natural para neutralizar los malos olores de las telas. Basta aplicar una gran cantidad de este polvo en cojines, tapicería de coche, sofá, colchón o alfombra, dejar actuar durante unos 20 minutos y a continuación pasar la aspiradora. Repetir estas acciones si fuera necesario. Y si quieres refrescar un poco las servilletas, esponjas y paños de cocina, sumerge los textiles durante 20 minutos en una mezcla de dos cucharadas de bicarbonato y dos vasos de agua caliente. El bicarbonato lo puedes echar también en las zapatillas deportivas que ya no huelen tan bien, solo recuerda quitar el polvo antes de ponértelos. La sustancia neutraliza también el olor de la cebolla y el ajo de la tabla de cortar, solo basta aplicar tres cucharas de bicarbonato en la superficie y esperar unos 15 minutos; y si necesitas quitar estos olores de la piel, lávate las manos con la pasta de bicarbonato y agua.
3. Blanquear y suavizar la ropa
¡El bicarbonato de sodio sirve también para la colada! Ya un ¼ de vaso de sodio es suficiente para suavizar tejidos. Y para blanquear la ropa, cortinas o sábanas basta introducir un único paquete de bicarbonato directamente en el tambor o ponerlo en el cajetín de la lavadora. Un medio vaso será adecuado para lavar la ropa del bebé: no solo neutralizará los malos olores y eliminará las manchas, pero, asimismo, ¡el medio es completamente seguro para la piel de tus pequeños!
4. Cocinar
El bicarbonato de sodio lo puedes usar en la cocina, por ejemplo para ablandar la carne: basta frotar un poco de polvo por toda la carne y dejarla reposar durante varias horas. Para darle más sabor al pescado, vale la pena remojarlo durante media hora en un litro del agua mezclado con dos cucharadas de bicarbonato, después enjuagarlo y secar con una toalla de papel. Y para eliminar los intensos olores a cocina, échale una cucharada al plato que estás preparando. Una pizca de ese medio natural basta para que no se corte la leche al hervir y también neutraliza el sabor demasiado ácido de algunos platos. Asimismo, puede sustituir con éxito a la levadura en polvo y ser incluso más eficaz que ella, o sea, la cantidad del polvo de hornear facilitada en la receta equivale a ¼ de la cantidad necesaria del bicarbonato de sodio.
5. Pulir el oro y la plata
Para sacar un brillo excepcional en la cubertería de plata, haz una pasta que contenga tres partes de bicarbonato y una parte de agua y frótala en los cubiertos. Luego limpia y sécalos. El bicarbonato será útil también para limpiar el fregadero del acero inoxidable. Hay que rellenarlo con el polvo, dejar actuar durante un par de minutos y enjuagar.
6. Retirar el moho y residuos
La misma pasta del bicarbonato de sodio limpiará tu lavabo, bañera y ducha. Asimismo, servirá, y tan bien como cualquier producto comercial, para limpiar las juntas de azulejos: con un cepillo de dientes puedes frotar tanto las juntas de la cocina como las del baño, y el medio será eficaz en especial si los azulejos son de tonos claros. Retirarás la suciedad de la cortina de ducha, quitarás los residuos de jabón de las baldosas y la grifería. Y en caso de moho, quítalo con bicarbonato de sodio, jabón y vinagre y la mezcla seguramente hará frente a esta suciedad persistente.
