Las cortinas proporcionan una importante función estética, a la vez que práctica. Adornan, calman, dinamizan, o sea: completan la decoración. Por otro lado, mantienen la intimidad de la estancia, para que no seamos vistos desde fuera, protegen contra insectos y ayudan a crear una temperatura de interior confortable. Son los colores claros, de la paleta de blancos y crudos, que predominan en los materiales textiles para cortinas, pero para hacer destacarlas frente al resto de la deco se pueden elegir colores llamativos que aportan más energía a la estancia. Además del color, tenemos que fijarnos en el estampado o patrón, longitud, y, ante todo, en el tipo de tela.
Las telas más habituales
- Marquisette - Tela liviana típica para confección de cortinas, parecida a una malla. El tamaño de una malla determinará qué espesor tiene el tejido resultante. Funcionará muy bien en los interiores clásicos. No se arruga y tiene buena caída.
- Jacquard - también parecido a una malla, pero normalmente muy tupida, y de ricos ornamentos decorativos. El tejido a menudo compuesto por hilos de poliéster y algodón. El jacquard es ideal para los interiores clásicos.
- Tul - tela liviana, ligera, translúcida, de estructura abierta. Existen tanto las telas lisas como bordadas o adornadas con guipures. Las cortinas y visillos de tul a menudo están hechos de hilos de algodón y seda. Hay que plancharlos con cuidado.
- Satén - un tejido elegante y clásico, de tacto liso y suave y con la superficie brillante. Hecho de algodón, nylon o poliéster o con una mezcla de estas tres fibras.
- Organdí, Organza - tela diáfana con un brillo vistoso. Puede adoptar formas diferentes, ser bordada, impresa, flocada, de varios colores o lisa.
- Voile - es casi transparente, similar a la organza, pero más universal. Frecuente en el color blanco o crudo.
- Tafetán - tejido rígido, opaco, con brillo. Muy elegante, que se utiliza mucho en la confección de cortinas, pero últimamente también para elaborar visillos.
- Encaje - tejido ornamental y muy vistoso. A menudo se elabora a mano, lo que afecta el precio. Los hilos que confeccionan la tela son de algodón o poliéster o de una mezcla de los dos.
¿Cómo cuidar las cortinas para que duren más?
Es recomendable que lavemos las cortinas dos veces al año: antes de iniciar la temporada de calefacción y después de ella. En el caso de las telas sumamente delicadas, se deben lavar a mano o en lavadora, pero usando un programa de colada para tejidos extra delicados.
Antes de hacer la colada, vale la pena dejar reposar las cortinas durante al menos una hora, o incluso más tiempo (2-3 horas), si están grasientas, amarillentas o con manchas difíciles. Primero, ponemos las cortinas sucias en agua fría o templada, mezclada con un detergente, unas gotas de un líquido lavaplatos y unos gramos de bicarbonato de sodio. Las dejamos en remojo, luego, exprimimos suavemente la tela y la metemos en una funda o bolsa para lavar ropa delicada. ¡No pongamos demasiados tejidos en el tambor de la lavadora para evitar que se arruguen! Para regresarle la blancura a las cortinas, en el último enjuague, en vez de un suavizante para la ropa, podemos usar un poco de sal de cocina o lejía, pero cuidado que no te pases con la cantidad, para no arruinar la tela. Para que la tela quede lisa y resistente a la suciedad y polvo, vale la pena almidonarla.
Es mejor tender las cortinas en unas toallas y esperar para que se sequen así que usar una secadora o la función de secado. Si no queremos plancharlas, debemos colgar las cortinas aún húmedas en la barra, y si las planchamos, pasamos la plancha por el lado izquierdo y en la dirección del hilo para que no se deformen.
