Sin lugar a dudas, el sofá es la pieza central del salón, por lo tanto, debería combinar funcionalidad y estética, además de ser simplemente cómodo. ¿Cómo encontrar un sofá adecuado que satisfaga todas tus necesidades? Podrías empezar la búsqueda, planteándote un par de preguntas. ¡Sigue adelante! Lee la entrada para saber más.
1. Forma
Hoy, el mercado nos ofrece distintos tipos de sofás: clásicos, esquineros, modulares. Antes de decidirnos por algún modelo en concreto, debemos fijarnos en la distribución y las medidas de la sala en la que colocaremos el mueble. El sofá no tiene por qué ir colocado siempre contra una pared; podemos usarlo como un separador de las áreas funcionales, por ejemplo, para separar la cocina o el comedor de la zona de descanso. Otro aspecto que es importante considerar, es la distribución de las ventanas o la ubicación del televisor. El sofá clásico es más fácil de mover y se adapta bien a varios espacios, por lo cual será la opción ideal si te gusta redecorar o hacer modificaciones en tu salón con frecuencia. En este caso, también podrías optar por un sofá modular cuyos módulos te permiten jugar con distintas configuraciones.
2. Tamaño
En general, el tamaño del mueble debe adaptarse a las particularidades espaciales, a la forma y medidas de la estancia, pero hay más. Ten en cuenta cuál será la función principal del sofá: ¿será el único mueble destinado para el descanso o quieres colocar algunos sillones? Recuerda que cada miembro de la familia necesita su espacio donde relajarse. Otra pregunta fundamental: ¿usarás tu sofá también para dormir? ¿Y con qué frecuencia? Si te encanta recibir invitados, tal vez deberías pensar en un mueble más grande, de varias plazas, un sofá en el que pueda dormir cómodamente un amigo.
3. Revestimiento: material y color
Al elegir la tapicería del sofá vale la pena optar por un tejido de mayor gramaje: será más resistente al desgaste y te permitirá eliminar el pelo de los animales con menos esfuerzo. Si hay niños en casa, puedes apostar por un sofá con fundas removibles, o también por un sofá de cuero natural o sintético cuyo mayor ventaja es su limpieza fácil. Sin embargo, el cuero no es tan adecuado para tapizar los sofás cama, ya que la tela respira mejor. Y en cuanto al color, éste por supuesto tiene que combinar bien con el estilo y la decoración del espacio. Pero, los más populares y universales son los tonos moderados y naturales: grises, beige o colores tierra. Sin embargo, a veces vale la pena atreverse a probar combinaciones más llamativas y colocar un sofá de un color fuerte, como el rojo, para que resalte.
4. Estructura o armazón
El sofá del salón tiene que aguantar mucho: fiestas, reuniones familiares, juegos de los niños, videojuegos de consola, largas horas de pereza frente al televisor, etc. Entonces, es mejor que los sofás cuenten con una estructura sólida y de gran durabilidad. Las estructuras más resistentes son las de metal o de madera maciza (abeto o haya). Ten cuidado con los armazones de aglomerado de madera que son populares por razones económicas, pero el material no es particularmente adecuado para este propósito.