Siempre vale la pena poner un salvamanteles cuando sirves en la mesa una comida muy caliente o cuando quitas una olla del fuego y la pones en la encimera de trabajo. Esta protección la puedes hacer tú mismo en menos de una hora y conseguir así una pieza decorativa, además de funcional.
¿Qué necesitas?
- placa de fieltro o de corcho
- compás o un plato redondo
- tijeras
- cola caliente
- piedras: mejor que sean planas y pequeñas
¿Cómo se hace?
1. Primero, hace falta preparar la base redonda. Se puede recortarla de una placa de corcho o fieltro. Basta con dibujar un círculo con el compás o delinear el contorno del plato en la placa.
2. Después de dibujar el círculo, recórtalo con las tijeras.
3. A continuación, sobre esta base empieza a pegar las piedras. Elige las que son más planas y de tamaños similares. No hace falta que estén puestas de modo ideal, pero intenta hacer coincidir sus formas para que no haya espacios libres.
4. Y ahora, sin miedo, ¡puedes utilizar tu nuevo salvamanteles para proteger la mesa!